Flèche Wallonne

LXXV Flecha Valona : Philippe Gilbert exhibe su talento en casa

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© Omega Pharma - Lotto

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El corredor del Omega-Lotto ha batido en la subida final a los españoles Joaquim Rodríguez (Katusha) y Samuel Sánchez (Euskaltel)

Un día antes se descartó para el triunfo final. "El Muro de Huy es demasiado duro para mí, la Flecha es para escaladores", decía Philippe Gilbert. Tenía su lógica. Hace nueve años que Huy no coronaba a un ciclista de casa. Este miércoles Gilbert, nacido en Lieja, arrancaba a 500 metros y cuando la carretera picaba hacia arriba dejaba atrás a los escaladores del pelotón. 'Purito' (2º), 'Samu' (3º), Vinokourov (4º), Contador (11º)... Todos cedieron ante el Orgullo de Valonia.

La Flecha es una carrera atípica. Con corazón clásico, situada en una tierra que ha visto nacer a los mejores clasicómanos, pero invadida por escaladores explosivos. El bosque de las Ardenas y los grandes cultivos de trigo decoran el recorrido. La victoria gira alrededor del Muro de Huy. Una cima que se sube tres veces durante los 201 kilómetros que dura la carrera: Una que abre la veda, otra para cargar las piernas y la final para decidir al campeón.

Huy siempre es determinante. Pocas veces ha visto esta carrera ver a su campeón afrontar solo la última subida al muro. Igor Astarloa lo consiguió en 2003, pero el de Ermua tenía más clase de la que recuerdan los libros.

En esta edición no iba a ser diferente. Van Hecke (Topsport), Helminen (Landbouwkrediet), Paterski (Liquigas) y Vantomme (Katusha) han sido los primeros héroes. Una aventura de 180 kilómetros escapados les avala.

Pero no iban a llegar. Había muchos favoritos y sus equipos tenían ganas de ponerlos a pie de Huy con todas las opciones posibles. Saxo Bank trabajaba para Contador, Leopard tiraba para acercar a los Schlecks al triunfo y Katusha jugaba su baza de Joaquim Rodríguez.

Poco a poco los 15 minutos de diferencia iban diluyéndose. La segunda subida al Muro de Huy ponía la puntilla final a 30 kilómetros de meta y los escapados veían como una avanzadilla de segundas filas compuesta por Kolobnev (Katusha), Gasparotto (Astaná), Verdugo (Euskaltel), Kiriyenka (Movistar), Marcato (Vacansoleil) y Lovkist (Sky), tomaba la cabeza de carrera.

En la subida a la penúltima colina (d´Ereffe) el ruso Kiriyenka sacaba a pasear la clase que caracteriza a los ciclistas de la escuela de Oleg Tinkoff. Se marchaba en cabeza cuando sólo restaban 11 kilómetros para la llegada pero hacía saltar la alarma en el pelotón.

Los favoritos se ponen a trabajar
Un gran Di Luca (Katusha) tiraba para su líder Purito Rodríguez y se desfondaba en el pelotón para dar caza al ruso. Rabobank, que veía a Gesink con opciones, también ponía a su cuadrilla a trabajar y el Omega Pharma de Gilbert ponía el resto.

El grupo cazó a Kiriyenka y, a pesar de que Pineau y Marcato también lo intentaron, una vez más los 1,3 kilómetros de Huy tendrían la última palabra.

Alberto Contador había aprendido la lección que le dio Evans en 2010. Se situaba a la rueda de Purito Rodríguez y a la par que ellos Samuel Sánchez, Andy y Frank Schleck, Vinokourov y Philippe Gilbert, que se sentía reforzado por el gran escudero Daniel Moreno.

Los metros pasaban y Gilbert se ponía en cabeza casi sin querer. Mira para atrás, y ve como los más grandes van reventados. Sólo quedan 500 metros a meta y, aunque el no lo creía, este final es duro para todos y nada es demasiado para el talento que posee el belga.

Joaquim Rodríguez le aguanta y por momentos parece que Gilbert cederá, pero no. Cuando sólo quedan 250 metros arrea la bici con más fuerza y saca un metro a Purito en apena tres pedaladas. Exhibición absoluta del belga en casa. El Orgullo de Valonia se adjudica su segunda clásica este año, tras la Amstel, y opta al triplete de las Ardenas. El domingo tomará la salida como máximo favorito para ganar la Lieja.


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