Alex Dowsett, pendiente del riesgo

Existen tres tipos de hemofilia. Tipo a, b y c. Todas se categorizan según el déficit de coagulación de la sangre, que es de lo que trata la enfermedad. La sangre no cuaja y no transforma su estado líquido en sólido, cicatrizando así heridas internas o externas. La auto-concienciación de los hemofílicos es principal. Exige cierta responsabilidad y entendimiento de los riesgos que existen. Alex Dowsett parece hemofilia del tipo A, tiene déficit del factor VIII de coagulación. Por raro que suene, es el tipo más común; el 85% de los enfermos padecen esta variante.

En sus tiempos de adolescencia, Dowsett ya destacaba en ciclismo, sobre todo en cualquier prueba cronometrada que se celebrar en el condado de Essex. Empezó a rodar con 13, y con casi 15 ya competía y destacaba en pruebas Sub17 a nivel nacional. No fue su único deporte; tras cumplir los diez años sus padres le llevaron durante un tiempo a nadar cinco veces a la semana y dos veces cada domingo. Los médicos le recomendaron hacerlo, y su padre, Phil, conocido piloto de turismos, se lo tomó en serio. Le dijeron que le fortalecería. Según ciertos estudios, la tonificación muscular reduce el riesgo de sangrado interno, por lo que los padres del joven Alex, entonces, decidieron volcarse en dicha actividad física antes de empezar en serio con la bicicleta. ‘Fueron muy buenos en eso; me introdujeron en deportes como la vela o la natación’, decía Alex hace unos meses.

Le aconsejaron hacer ajedrez, e incluso probó con la música. Actividades con poco riesgo que no saciaban el afán competitivo del nuevo ciclista de Movistar Team. Por eso se comprometió tanto con la natación durante un tiempo; más allá de mejorar su condición física y ayudar a su desarrollo, nadar mejora la sensibilidad psicosocial de los hemofílicos, pues se desaconseja en cualquier punto la práctica de deportes de contacto.

Los deportistas con hemofilia deben prever riesgos. Así, Dowsett identifica los entrenamientos como días con más o menos riesgos, y actúa en consecuencia. La medicina profiláctica es la recomendada en los casos de los deportistas de cierto nivel, por lo que el joven corredor británico varias veces a la semana se medica para estar preparado en caso de accidente. Es tal su conciencia en la cuestión que no fue hasta 2011 cuando sufriera su primera caída. Resultó ser un suceso más positivo que todo lo contrario; entendió que la prevención es vital pero que la hemofilia no se convirtiera en un impedimento para seguir con su carrera como deportista de élite.

Para Dowsett, además, ser hemofílico tiene ciertas ventajas con respecto a otros corredores con otros problemas de salud. El asma es recurrente entre ciclistas, y el británico sabe que tiene ventajas. Los asmáticos deben declarar serlo para poder estar bajo las prescripciones de la Unión Ciclista Internacional. El de Maldon no tiene ninguna obligación especial, pues el factor VIII no altera el rendimiento físico, y lo único que debe hacer es mantener al tanto al equipo de su condición, instruir al staff sobre cómo mantener frías sus medicinas y también mantener al tanto a sus compañeros de equipo por qué tiene que medicarse por vía intravenosa. La sensibilidad sí es una cuestión importante en el caso del campeón británico contra el crono.

Tras correr en el equipo de desarrollo de la British Olympic Academy y en 2009 en el amateur 100% Me, Dowsett se fue al satélite de la estructura del Team Radioshack comandado por Axel Merckx; Trek – Livestrong. Allí consiguió, batiendo a Nelson Oliveira, Geoffrey Soupe o Jesús Herrada, el europeo sub23 contra el crono celebrado en Ankara. En octubre se llevó la Chrono des Nations en categoría espoir. En otras pruebas individuales contra el reloj obtuvo también buenos resultados; segundo, tras David Millar, en los Commonwealth Games y en la crono del Tour del Porvenir justo después de Taylor Phinney. Era un valor seguro contra el crono; doble campeón nacional sub23 además de lo anterior. Un corredor con potencial que no carecería de opciones para dar un salto en su carrera cuando contaba con solo 22 años. El proyecto perfecto era Team Sky, y con ellos firmó para 2011 y 2012.

Sus dos temporadas ‘en casa’ han sido agridulces. Dulce por su primer año, y agria por el segundo. En 2011 británico consiguió tres victorias y mucha regularidad durante toda la temporada. Una etapa, y segundo en la general, del Tour de Poitou Charentes, la crono del nacional británico y la crono del Tour of Britain fueron sus triunfos. Pero también demostró su potencia y ritmo con varios puestos entre los mejores en Catar, Murcia, Ster ZLM Toer, Dinamarca, Beijing y en la Chrono des Nations. Una caída le rompió el omóplato, pero incluso de eso sacó cosas positivas; era la primera vez que se rompía un hueso y comprendió que la hemofilia, con medicina profiláctica y prevención, no es para tanto.

2012 ha sido todo lo contrario. Una vez besado el suelo y aprendido lo necesario, no quieres volver a caer. Su caída, con posterior fractura de codo, en De Panne fue en un momento clave. Adiós temporada de clásicas. Adiós primera parte del año. Volvió a los casi tres meses, en Bélgica, y poco a poco fue cogiendo el tono hasta hacer segundo en el nacional británico en ruta en Ampleforth tras Ian Stannard. En Polonia, Países Bajos, Bélgica, Alemania y Francia le vieron pedalear para luego, esta vez ganando, volver al Reino Unido para convertirse por segunda vez en el campeón nacional británico contra el crono. Su octava posición en el Mundial de Limburgo, en crono, por supuesto, y segunda plaza en el Dúo Normando, corriendo con su compañero Luke Rowe, le ha terminado dejando un buen sabor de boca.

‘Sky es un equipo fantástico, y estoy encantado de que quisieran que me quedara, pero ahora tengo un nuevo capítulo en mi carrera que quiero aprovechar’, comentaba Dowsett, que firma con Movistar Team para 2013 con un objetivo claro; ‘quiero una victoria en una Gran Vuelta’. Todavía no ha corrido ninguna pero su trabajo y determinación serán claves para que lo consiga. El conjunto navarro quería reforzar ciertos aspectos de su plantilla, y el campeón británico encaja con las necesidades; es joven, con potencial, no excesivamente caro y con capacidad para dar trabajar y dar victorias por sí mismo.

Ya ha conseguido abrir mucho camino y hacer mucho por las personas que padecen su misma enfermedad. Y cuanto más haga, más repercusión tendrá su figura. Pero para Dowsett no es para tanto. Es un corredor normal, con una cuestión particular que no le hace ni mejor ni peor, sino un poco diferente.


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