Marco Arriagada confiesa su dopaje: “No me arrepiento porque todos lo hacían”

Marco Arriagada confiesa ahora su dopaje, una vez que está retirado del ciclismo profesional. El ex ciclista chileno era un héroe nacional, tenía el mejor palmarés en ruta y pista, pero su trampa se destapó el 1 de marzo de 2011, dio positivo por estanozolol, una sustancia anabolizante, en cuatro etapas de la Vuelta Chile y una de la Vuelta a República Dominicana.

Aquel 2011 asombró en el Tour de San Luis, con su asombrosa escalada y su triunfo final tras el desfallecimiento de Xavier Tondo. Después, se destapó su mentira, negó su dopaje entonces –acusó a un compañero de equipo de venderle un suplemento contaminado- y lo reconoce ahora, cuando con 38 años está alejado del ciclismo -fue suspendido finalmente solo dos años- y trabaja en una empresa minera. Y lo hace acusando de dopaje a casi todos, “un 95% de los ciclistas hacía lo mismo”, y por eso no se arrepiente. “Muchos piensan que los campeones nacen de puro entrenamiento. Eso no es cierto. No existen los campeones naturales. Yo ocupaba sustancias prohibidas en períodos básicos, para ayudarme en el gimnasio, con las pesas. Es la única manera de surgir. En algunos momentos del año hubiera dado positivo”, confiesa en el diario La Tercera. “Es fuerte que lo diga ahora, porque no voy a correr en bicicleta nunca más, pero muchos se creen la Virgen María. No hay campeones que se hagan solos. Es imposible, todos necesitan ayuda. Es cosa de ver a Lance Armstrong. Nunca lo pillaron; lo tuvieron que acusar sus compañeros. En mi época, calculo que un 95% de los ciclistas hacía lo mismo”, asegura.

En la entrevista, Arriagada se niega a concretar las sustancias que consumía. “Eso no te lo voy a decir. Tampoco cómo lo hacía. Pero sí te puedo decir que los controles de dopaje están en pañales en Chile. Hay que culturizar mejor a nuestros deportistas y generar más médicos especialistas en el tema”, destaca en el diario chileno. Y no se arrepiente. “No, porque todos lo hacían y no me quedó ninguna secuela. Sólo me arrepiento de haberme topado con la persona que me jodió la carrera”.

La UCI recomendó una sanción de cuatro años para Arriagada y finalmente el 13 de octubre de 2011, la Corte Arbitral del Comité Olímpico de Chile (COCh) dictó sentencia definitiva y una suspensión por dos años, con efecto desde el 29 de enero de 2011. "Me jodieron la carrera. Este año hubo varios positivos y el COCh dio castigos de tres y seis meses. No me retribuyeron todo lo que entregué al país. Ni siquiera me dieron acceso a un sicólogo. Me borraron del mapa", dice.


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