Vallecito

Confusión y caídas en el final de la Difunta Correa


El tresarroyense Claudio Flores que comanda al equipo sanjuanino Virgen de Fátima se quedó con una clásica que terminó tarde y mantuvo la intriga hasta el final, con una rodada incluída.
Fabio Garbi, Diario de Cuyo - Atípica, confusa, complicada fue la llegada de la 53 edición de la Doble Difunta Correa. Primero porque quien ganó no festejó, Claudio Flores. El capitán de la Agrupación Virgen de Fátima pasó la línea confundido porque creía que no habían dado caza a quien fue el gran protagonista de la tarde, el puntano Alfredo Lucero, quien se lanzó en solitario desde la Cuesta de las Vacas, llegó a tener cuatro minutos de ventaja y fue superado por un grupo de treinta hombres a 500 metros de la raya de meta. Y, en segundo lugar, porque la carrera que había sido anunciada sobre -''aproximadamente 160 kilómetros'', tal cual lo dijo el presidente del Alvear- tuvo 183 y terminó con poca luz natural

Según Flores, "'la bronca'' que tenía es porque creyó que no le habían dado alcance a Lucero y lo hizo dejar el alma en el embalaje del pelotón. Los Piqueteros eran los que menos hombres traían entre los 31 que perseguían denodadamente al puntano Lucero. Llamó la atención que no festejara, quien estuvo en la definición podría suponer que estaba preocupado porque en la rodada que hubo faltando 100 metros -donde quedaron lesionados Sergio Montivero, Sebastián Cancio y Gerardo Fernández-, podría haber un compañero suyo. Lo cierto es que Flores ganó con autoridad una carrera que se montó como una fiesta y que salvo los detalles de la distancia -que no es menor- que provocó la llegada en penumbras y fue una de las causas de la espectacular y lamentable caída, tuvo todos los condimentos necesarios para erigirse en un carrerón.

Bombas de estruendo que al explotar lanzaban papelitos plateados despidieron a los corredores desde la coqueta plaza pocitana. Dos jóvenes ciclistas, Franco Chavez y Sebastián Salinas, captaron la atención de un inicio que se realizó sobre calle 14, Alfonso XII y los primeros tramos de calle 11 (al Este) con la compañía de un cordón humano.

Mauricio Pérez (Blotting) fue quien pasó solo por el corazón de 9 de Julio y el medio minuto que tenía de ventaja se esfumó al entrar en Caucete. De allí en más, hasta la cima de la Cuesta de las Vacas quien demostró que estaba en buena forma y se quedó con las pasadas especiales de Estación Guayama, Caputo y la Cuesta fue Emanuel Saldaño.

El Chino encabezaba un grupo de doce pedaleros que habían roto el pelotón en mil pedazos. Gustavo "'Gallo'' Toledo, el biker tucumano Darío Gasco, el cordobés Ignacio Pereyra, Ricardo Escuela, el cubano Calixto Bello y el puntano Lucero, entre otros quedaron arriba.

Después de la travesura del juvenil Gerardo Tivani, que se quedó con la pasada en el santuario a la Difunta Correa, todo fue de Alfredo Lucero. El ganador del Tour de San Luis se descolgó de la Cuesta con una autoridad tremenda. La cadencia de su pedaleo fue in crescendo y llegó a tener casi 4 minutos de ventaja.

En calle 11, todavía en 9 de Julio cuando se acoplaron los hombres del tercer grupo (una veintena) a la decena que iba en segundo lugar, se armó otra carrera. En el juego del gato y el ratón, pesó el trabajo de los pocitanos que sufrieron el infortunio de perder a su sprinter Darío Díaz a 5 kilómetros del final y a Gerardo Fernández, en la rodada producida a una cuadra del arco inflable.

Se veía poco y Flores, que trabajaba para levantarle a Marcos Crespo, no se dio cuenta cuándo conectaron a Lucero. Aparte la rodada sumó confusión y le dio hasta el final buscando el segundo premio sin saber que había ganado el "'gordo'' de año nuevo.


Misschien ook interessant: